En Varitek, nuestra misión es proporcionar a nuestros pacientes el mejor cuidado posible para la salud vascular. Son muchas las personas que tienen varices, pero pocas conocen realmente los riesgos asociados a estas venas dilatadas. Uno de los incidentes más aparatosos y poco conocido que puede ocurrir es la varicorragia.
Varicorragia: este término se refiere a la rotura de una variz y a la hemorragia que puede desencadenar si no se actúa correctamente. Por eso es vital saber qué es, por qué sucede y, lo más importante, cómo reaccionar ante una situación de varicorragia.
¿Qué es la varicorragia y por qué sucede?
La varicorragia es una hemorragia repentina que ocurre cuando una variz se rompe, generalmente en las piernas, donde estas venas dilatadas son más comunes. Este fenómeno puede ser alarmante debido a la cantidad de sangre que se pierde en un corto periodo de tiempo.
Las varices son venas dilatadas y tortuosas que aparecen debido a un mal funcionamiento en las válvulas venosas, lo que impide que la sangre fluya correctamente de vuelta al corazón. Esto provoca un flujo sanguíneo anómalo, lo que a su vez aumenta la presión dentro de las venas. A medida que la presión se acumula, las paredes de las venas se debilitan y se estiran, aumentando así su probabilidad de poder romperse.
Por tanto, la razón de esta hemorragia es que la sangre fluye a alta presión desde la vena afectada, lo que puede resultar en un sangrado difícil de controlar, especialmente si la variz es de tamaño grande o está localizada cerca de la superficie de la piel.
Aunque la varicorragia no es un evento cotidiano, cuando ocurre puede generar una sensación de urgencia debido a la rapidez con que se produce el sangrado y la posibilidad de que se agrave rápidamente si no se toman medidas adecuadas.
Factores que incrementan el riesgo de que se rompa una variz
La varicorragia generalmente ocurre debido a la fragilidad de las venas varicosas. Entre los factores que pueden incrementar el riesgo de que se rompa una variz, se incluyen:
– Aumento de la presión venosa: Situaciones como estar de pie durante largos períodos de tiempo o realizar esfuerzos físicos intensos pueden aumentar la presión sobre las venas, debilitándolas aún más.
– Lesiones o traumatismos locales: Un golpe o presión directa sobre la variz puede causar la ruptura de la pared venosa, lo que da lugar a la hemorragia.
– Presencia de varices grandes y superficiales: Las venas más grandes y cercanas a la superficie de la piel son más propensas a romperse debido a su menor capacidad de resistir la presión interna.
– Evolución de la enfermedad venosa crónica: Si las varices no son tratadas y continúan deteriorándose, el riesgo de varicorragia aumenta considerablemente.
¿Cómo reconocer la varicorragia?
Es importante poder identificar los signos de la varicorragia para actuar con rapidez. Los principales síntomas son:
– Sangrado abundante y repentino de una variz visible, generalmente en las piernas.
– Sangre roja oscura o azul violácea no pulsátil, a diferencia del color rojo brillante y pulsátil que es de origen arterial.
– Dolor o sensación de presión en la zona afectada, especialmente si hay una variz grande.
¿Qué hacer si ocurre una varicorragia?
La varicorragia es una emergencia médica, y saber cómo actuar correctamente puede marcar la diferencia. Si te encuentras en esta situación o eres testigo de ella, sigue estos pasos:
1. Mantén la calma y evalúa la situación. Lo primero es no entrar en pánico. El sangrado puede ser muy abundante, pero es importante actuar rápidamente y con claridad.
2. Aplica presión sobre la zona afectada. Utiliza una gasa estéril, un paño limpio o cualquier material disponible para presionar directamente sobre la variz rota. La presión ayudará a detener el sangrado.
3. Eleva la pierna. Si la persona está consciente y es posible hacerlo sin causar más daño, eleva la pierna afectada por encima del nivel del corazón. Esto ayudará a reducir la presión sanguínea en la zona y disminuirá el flujo sanguíneo hacia la variz rota.
4. Solicita ayuda médica de inmediato. Llama al servicio de emergencia. La varicorragia necesita atención profesional urgente para controlar el sangrado y evitar complicaciones graves.
5. Evita el uso de torniquetes. No intentes usar torniquetes para detener el sangrado, ya que esto podría empeorar la situación.
6. Monitorea los signos vitales. Si la persona comienza a sentirse mareada, débil o pierde el conocimiento, intenta mantenerla en una posición cómoda mientras llega la ayuda médica.
Prevención y tratamiento a largo plazo
Aunque las varicorragias no siempre se pueden predecir, la mejor estrategia es la prevención. Si tienes varices o sientes dolor o pesadez en las piernas, es esencial tomar medidas preventivas para evitar que la condición empeore. Algunas recomendaciones incluyen:
– Consulta médica regular. Un especialista puede evaluar tu situación y recomendarte el tratamiento adecuado para tus varices.
– Uso de medias de compresión. Estas medias ayudan a mejorar la circulación sanguínea y a reducir la presión en las venas.
– Evita estar de pie durante largos períodos. Mantente en movimiento y cambia de posición regularmente para facilitar el retorno venoso.
– Mantén un peso saludable y realiza ejercicio moderado para promover una circulación sanguínea adecuada.
CASO TRATADO EN VARITEK: PACIENTE CON VARICES Y DOS VARICORRAGIAS
Resultados que transforman vidas
Este es el caso de un paciente joven, deportista y amante del trail running, cuya calidad de vida estaba limitada por las dilataciones varicosas en su tibia y pierna. Acudió a nuestra clínica tras sufrir dos varicorragias. Una de ellas tuvo lugar mientras corría por el monte y la segunda debido a un golpe con el pedal de la bici de uno de sus hijos.
En Varitek, abordamos su caso con nuestro enfoque personalizado, combinando las técnicas más avanzadas para eliminar por completo las varices y evitar futuras complicaciones. Nuestro objetivo era claro: que pudiera volver a correr por el monte sin limitaciones y disfrutar de tiempo de calidad con su familia.
Hoy su transformación es espectacular. Todas las dilataciones varicosas han desaparecido y el paciente ha recuperado su tranquilidad a la hora de practicar sus aficiones principales.
Si las varices afectan tu día a día, no esperes más. Contacta con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte a recuperar tu bienestar.
En Varitek, estamos comprometidos con la salud de tus piernas y te animamos a que nos consultes para recibir una evaluación profesional y, si es necesario, un tratamiento adecuado. No esperes a que un problema se agrave; la prevención es la clave para evitar complicaciones como la varicorragia.
La varicorragia puede ser un signo de enfermedad venosa avanzada, ¡no la ignores!
Recuerda que este contenido tiene carácter informativo. Ante cualquier emergencia o síntoma de varicorragia, es fundamental acudir a un profesional de la salud de inmediato.